El Force Fest, un evento donde la tormenta estuvo presente…
--- Además de la música, se trataba de vivir una experiencia---
Como dijo un reportero “la nota del festival no sólo está en el escenario, ni de detrás de él”. Abajo, donde está la “banda”, el público asistente, “los colados”, “los mariquitas” a los que muchos descalificaron por quejarse, los guerreros del metal, los aguerridos, los apasionados, los que se ganaron un boleto, los que lo compraron, en esta zona, también se genera noticia.
Esta nota no tiene la intención de hacer una reseña del Festival, porque es innegable que musicalmente, el Festival Force Fest, estuvo a la altura de cualquier otro, las bandas participantes nacionales y extranjeras hicieron un excelente papel, los escenarios muy bien, el audio excelente, aunque en algunos casos, como con la banda Thy Antichrist, siendo realistas, el sonido fue pésimo, la voz no se escuchaba.
Y a pesar de que hubo contratiempos para que los organizadores respetaran los horarios y hacer cambios que obligaron a los mismos a tomar esta decisión, pareciera que no se iba a cobrar factura. Pero las cosas, resultaron de otra manera. Las quejas no se hicieron esperar. Y no sólo en las redes sociales, sino en la propia página oficial del Force Fest. Las inconformidades y ofensas, proliferaron, en cuanto los administradores posteaban algo, inmediatamente iniciaba las misivas de coraje, cada una de estas a su manera, pero todas reflejaban coraje, necesitaban una respuesta y pocas veces la había por parte de quienes deberían de responder.
Aquí no se trata de calificar o descalificar un evento de esta naturaleza, no es nuestro papel, la mejor opinión la tiene el público. Como medio de comunicación, exponemos los hechos y las opiniones de un público consumidor.
En estos días, aparecieron publicaciones de otros medios, algunas causaron molestia e incomodidad, puntos de vista encontrados de reporteros que expusieron su opinión, de lo que vieron y vivieron. Y no sólo lo hicieron los medios “pequeños”, como algunos suelen calificarlos, también lo hicieron los medios “prestigiados”, los grandes, como muchos refieren. Cada uno dijo lo que tenía que decir.
Tras bambalinas.
Realizar un festival de esta magnitud, por supuesto, conlleva horas de trabajo, días de desvelo, de “sacrificios” y no hay horas de descanso. Por parte de los promotores, implica una fuerte inversión de dinero, batallar con los permisos, etc, etc. Y sin duda, después de considerar que ya todo está listo, habrá muchos contratiempos, como los que surgieron en este evento, y como las hay en otros más, y no sólo de los que se realizan en México, sino en otras partes del mundo, sobra mencionar nombres de festivales y hacer comparaciones.
Detalles que detonaron la tormenta de opiniones y molestia del público…
“No era el Lodo, eran Cosas que a cualquier Consumidor irrita”, “te presentan un cartel y no se respeta”, “no avisan del cambio de horarios”, “Sabíamos que era un lugar de terracería, a campo abierto, pero los que cobraron en los estacionamientos, sólo cobraron y a la salida ni quien te apoyara si tu carro estaba atascado, impidiendo salir”, “No se vale que pagamos por un boleto y muchos entraron gratis, eso no se vale”.
Aspectos a considerar…
Lejos de toda especulación, si bien es cierto, que la cancelación de algunas de las bandas fue ajeno a los promotores, y los cambios de horarios, donde los organizadores no tuvieron la oportunidad de avisar al público oportunamente, y que fue una decisión fortuita por diversos factores, los cierto es, que en un festival de este tipo (Open Air), implica además de la música, vivir una experiencia, una convivencia entre los asistentes, entre la banda. Pero factores como: la cercanía entre los escenarios “Monster Stage” y “Tuborg Stage”, hizo pensar al público que no hubo una planificación. El ruido se entre mezclaba. Hablemos de otros aspectos, para imaginar qué fue lo que llevó a gran parte del público a pensar lo anterior.
El Acceso al Evento…
La unifila fue insuficiente para calmar los ánimos, la desesperación de los presentes se veía venir, tan sólo para ingresar el tiempo mínimo era esperar más de dos horas, no importaba que tuvieras un boleto general o preferente.
¿Y el servicio de Cashless?…
En rueda de prensa, durante el recorrido en el Club de Golf Teotihuacán, los promotores informaron a los medios de comunicación, que para no cargar efectivo, habría un sistema de compra, lamentablemente, llegado el día, este no funcionó. Otra molestia que se sumó, muchos se confiaron y no llevaban el suficiente efectivo para el pago de comida y bebida. Este punto, para algunos, quizá no tiene importancia, pero cuidado, porque una persona sedienta y con hambre, puede causar más ruido de lo que uno se pude imaginar. Y si tardó más de dos horas para ingresar al evento, cuidado. Para colmo, los Food Trucks o puestos de comida, pues, fueron clausurados el domingo por la tarde por falta de higiene.
Y así, podrían irse sumando más detalles que detonaron una tormenta de opiniones no gratas para los promotores principalmente. Pero que sin duda, servirán para mejorar en las siguientes ediciones. Sería bueno rodearse de un equipo más profesional, que pueda prever las contingencias en cualquier área y no sólo destaque el protagonismo, porque ahí se ven las consecuencias.
Finalmente…
Queremos agradecer a Juan Carlo Guerreo, uno de los promotores del Force Fest, por la atención que tuvo con este medio de comunicación, ya que la gente de prensa nunca contestó nuestros correos y mensajes, él con todo y carga de trabajo, tuvo la gentileza y amabilidad de responder y acreditar a nuestro medio. De igual forma, de manera expresa y sincera, agrademos la atención de Sergio Islas por las facilidades prestadas hacia nuestros reporteros.